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Mostrando entradas de mayo, 2016

La máscara eterna

Espero que la vida no nos convierta en extraños, siguiendo el discurso de los espejos que huyen. Deseo que al cruzar una avenida, nos saludemos, y una sonrisa cubra nuestro rostro, como si fuese el mejor de los trajes. Espero y no sé si es mucho esperar, que el inevitable juego a varias bandas se simplifique y, después del gesto calculado, prosiga un fino hilo de amor, tibio como una caricia que embriaga el alma. Entonces no seremos extraños, y poco o nada dará, si se trata de una calle, una avenida o una plaza, si hay que permanecer equidistantes como los vértices de un triángulo equilátero, porque la máscara eterna habrá cesado en su eternidad, y será efímera como nuestra existencia.

Lógica de domingo

Tarde de domingo de finales de Mayo. Releo los poemas de años anteriores y me parecen absurdos en su forma, no en su contenido. Esta lógica mundana e inexacta no invita a hacer muchas acobracias mentales. El verso vendrá sin ser forzado. La magia se antoja inexistente si se busca con prisa. Podría proponer palabras amables sobre todo lo que de ti, conmigo guardo, que no es tanto, si se ve con perspectiva. Quisiera que esta carta no sonara a balance contable, o sucesión de reproches. Para eso, ya la vida se encarga de recordarnos. Quisiera que esta carta fuese la construcción de un elogio, la descripción de quién soy cuando estoy contigo Ya la tarde da su testimonio de fiel aliada.  Los jardines siempre esperarán contentos y pacientes nuestro caminar difuso, el eco de tu voz tras los árboles, la salida del túnel de las primaveras fallidas, la entrada por el pórtico de la alegría compartida, de esa alegría que sin decirlo, ya compartim

Calle Antonio López

Una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades. Antonio López Bloques de hormigón, arena, parques áridos, perspectiva caballera. Gentes ocupadas, desocupadas, barrios del Sur, coordenada Usera. Periferias de construcción patriótica de posguerra. Parroquias para adormecer a las masas. Bases de la pirámide que no contrarrestan la cúspide. "Yo os aliviaré", dice un cartel de la Iglesia. Cristo, abierto de brazos, ¿sale de la pintura para arreglar los problemas?

La lógica "escuela" paralela.

Formaremos una "escuela" paralela, con sus áreas del desconocimiento, con su retórica peligrosa y dañina. Construiremos una estantería para poner los libros de texto de las editoriales de renombre, y no cuestionaremos su asociación con los grandes grupos de la prensa, ésos que postergan en el poder a los grandes bloques de influencia. Desinformaremos sútilmente, subiremos a los altares, venderemos la tierra prometida, y no atacaremos la primera muralla. Cuestionaremos la falsa moral de los ascetas, el torpe maletín del espartano. Los niños y niñas, diplomados y diplomadas, trabajarán, acto seguido, en el estercolero, Les enseñaremos la Historia, presentando a los grandes invasores como el sheriff de una película del Oeste, y no habrá enemigos.

La lógica de la arena

Como pasajeros de un autobús cuya parada estuviera colocada en lo alto de una duna, así viajan los granos de arena que colaborando, unos con otros, se mueven movidos por el viento en un armónico abrazo. Por la ventana observan que el desierto está lleno de colores. Están el amarillo, el ocre, el verde de las palmeras que decoran los oasis, el rojo del cielo cuando se forma una tormenta. El violeta, el añil, en el desarrollo de una ventisca. El gris con sus escalas, del caminante solitario. El dorado, el naranja de un amanecer. Cerca del río o del mar, se acaba el viaje y el silicio cambia su forma, e incluso su esencia. Entonces se mezcla con la arcilla, siguiendo la lógica interna del padre del hombre de barro.

Lógica celebración

Hoy te celebro como Reina de las Flores, en tu monarquía. Mundo sútil que comienza tras el primer resquicio del día que se inició hace horas y que se envuelve a sí mismo en el verso anterior, completando la estrofa. Te celebro en tu grandeza, en todos sus silencios, tus dulzuras, tus sueños y proyectos, en el axioma incompleto, en la consigna que alienta, el tiempo que ha de venir certero y que pasea su incertidumbre sobre las sigilosas avenidas. Es, por tanto, la lógica celebración cargada de buenos deseos y que intenta unir en una única línea a la palabra con el acto.

Consejos para maridos celosos

¿Quién es uno para ir dando consejos? ¿No sería mejor ceñirse a los hechos, abandonarse a la lógica irremediable de los acontecimientos? Para los maridos, compañeros, novios, partenaires, celosos, he de decir que: Para estar completamente celoso, asegúrese de que la atracción, afecto, es bidireccional. Si sus celos son proyectados, vaya a la imagen proyectada, revísela y después, diseccionela, como si se tratara de un cirujano que opera a su paciente. No sea que la mente le haga jugar malas pasadas y sea usted el único sospechoso. Si ama y no hay duda, expréselo. Dígalo. Vívalo. Mientras el presunto intruso sea una falsa alarma, no tendrá más que temer y su pequeña patria de amor estará a salvo.

La lógica intervencionista

Es cierto. Sólo soy un padre del colegio que intenta intervenir o proponer variantes sobre el juego de su hijo y de sus amigos, amigas, compañeros y compañeras. A éso se le llama la lógica intervencionista. Un señor extraño que los llena de imaginaciones varias y los contamina con su escaso buen hacer, con altos signos de maldad atesorada durante años. El juego libre y el juego dirigido. Los dos tienen bondades. Pero no ostento ningún cargo en la escuela. No soy siquiera el maestro de educación física. Padres, Madres, Hijos, Hijas, juegos... Los proyectos individuales son entendidos como una afrenta. Difícil equilibrio. Mejor es pasar desapercibido como una sombra en una calle gris a ser tan reluciente como el brillo del sol y molestar con el destello.

Una lógica a medias

La tribu no está a salvo. La amenaza latente viene con forma de carta en el buzón. Hay parejas que se aman. Hay niños que juegan con trozos de cartón. Los que bailan, escuchan canciones antíguas junto a la radio. El amor viene despacio siguiendo el ritmo del autobús de línea que nos lleva junto a las alamedas y el río. La guerra preventiva es síntoma de que no se tienen todas consigo. El odio ajeno nos debe halagar. No ser odiado sería poco meritorio. Los proyectos culturales necesitan algo más que contener buena intención. La realidad nos muestra la radiografía de nuestra civilización. He visto a una urraca al amanecer regañar a los coches o buscar en el asfalto, signos de su identidad, la presencia de otros iguales. La ecología epistolar contrarresta la hipotética contaminación. La tribu no está a salvo. Los golpes bajos no nos hacen más valientes.