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Mostrando entradas de enero, 2017

Pese a todo, continuaré

Pese a todo, continuaré esta senda que inicié. Pues no hay más honor que el de luchar por las personas que nos hacen felices y que llenan nuestro corazón no sólo de palabras.

No le pregunté a la musa

No le pregunté a la musa si quería inspirar la canción, pero ésta vino sola, inauguró una emoción. En mis días, entre otros asuntos, sus ojos y su sonrisa me daban la poca alegría que colmaba la sed del caminante.  En mis tardes, era luz del atardecer que bañaba las calles y la ciudad se quedaba a un lado, respetuosa e inmóvil.  En mis noches era la reina de un mundo compuesto de afecto, deseo, escaso artificio y alguna fantasía no realizada. Tras el adiós en el jardín, mi mente la perseguía entre sombras de recuerdos y casi-recuerdos. Ahora que todo se regenera y se recoloca, supongo que ella sigue siendo todo lo que intuía, pero ahora su imagen, tras el espejo, tiene una dimensión más real. Es puerto donde mis barcos navegan. Es brisa que envuelve a otra brisa. Es melodía que construye otra melodía aunque esté ausente. Es abrazo, es fruta, es tormenta, ola en un mar incandescente, llama que fulge más allá del hielo del invierno. 

Por las calles del centro

Por las calles del centro, la soledad pasea con traje de fiesta, y hay autobuses nocturnos que llevan a borrachos y gentes que trazan líneas desmedidas. La ciudad conoce del exceso y también de la alegría de los habitantes de esta tierra que siguen siendo felices a pesar de lo poco que tienen. La civilización de plástico que todo lo convierte al plástico ha dejado el origen de lo auténtico a un lado y ha convertido este tiempo es un panfleto publicitario. Por eso, es bueno salirse de la pauta de la mercadotecnia establecida y escribir por otro lado siguiendo lo que decía Juan Ramón Jiménez.

Amor, no te dejes enfriar

Sólo si hay llama de amor, vuelve la esencia. Manolo Garcia. Éramos En lo más profundo del invierno, descubrí dentro de mí un invencible invierno Albert Camus  Amor, no te dejes enfriar por el clima de un enero que es copia de sí mismo, ni por aquellos profetas que vaticinan el cataclismo y la catástrofe. Porque en el invierno largo decidimos confiar en el tiempo cálido que nos vendrá dado sin temer en lo que ocurrirá. El verano infatigable sin culpa ni freno, sin hielo que congele el júbilo, donde la tierra nos reciba como dos viajeros que fluyeran como barcos que unidos atravesaran un río hasta llegar al redentor mar, fiesta de los sentidos.

Liebe, ich habe Sehnsucht nach dir

Liebe, ich habe Sehnsucht nach dir. Ich möchte dir nur in die Augen zu schauen als ob die Zeit nicht stehengeblieben war. Ich dachte, es gab hellen Pferden, in der Nacht laufen. Dann, die Seele ist eine Insel wo die Tieren das glasklares Wasser trinken. Die Uhr hat gestoppt. Ich gab dir gestern eine rote Rose weil diese Liebe geendet nicht hat trotz der Familienplanung. Ich vertraue in der Zukunft. Wir werden noch einmal glauben ins Licht hinter dem Tunnel des Jahres. Wir sind die Kinder der Dunkleheit, die aufgegeben nicht haben. Liebe, ich habe Sehnsucht nach dir.

La cena se nos enfrió

No hay sitio a la reconciliación en el mejor de los casos  Rosendo Mercado (Y dale)  La cena se nos enfrió y ahora ya no hay motivos ni argumentos para una reconciliación. No hay dogmas de fé posibles, ni vendremos a contar las cuatro verdades del barquero, pero duele ver fotografías antíguas con la perspectiva de hoy, por ver todo lo que dejamos atrás, aceptando que en ocasiones se vivió una farsa bajo el supuesto improrrogable de la salvación de la especie. Ardió Roma, tras el intento de cambiar Madrid por Berlín como ciudad de residencia pero no fué el único intento que dió al traste con nuestra pequeña aventura que comenzó en el 1999. ¿Qué buscamos tras el sendero que se abre? ¿Qué vimos venir tras la señal del elefante blanco? Buscar culpables es un error. Aprender del fracaso es una misión. Cuando la cena se enfría, no hay enemigos únicos. De la autocrítica, se desprenden las conclusiones.

Al padre de un amigo que murió joven

A Joaquín Casado hijo y padre La vida nos separó de tu hijo que murió joven tras una larga tristeza. A los que lo conocimos nos queda ese cargo de conciencia de qué podríamos haber hecho por él. A los que lo amamos no pudimos hacer frente a la idea de la imagen de su cuerpo frío y sus labios morados con un correa al cuello, colgando de su ventana. Años más tarde, desde la distancia de el hijo que se fué, se nos va el padre que muere joven por un golpe de corazón. El abrazo a los que quedan, y un ciprés silencioso hace de guardián en la mañana fría de enero. Granada continúa su curso, con sus tranvías, sus hospitales incendiados, y sus grupos de turistas con cámara de fotos al cuello, sus navajeros clandestinos, de faca en ristre, sus ladronzuelos, sus arrabales, los delirios de grandeza del centro, su arquitectura efímera, su mirarse al ombligo sin remedio.

La misión mesiánica de los salvadores

Uno no puede sino ser algo escéptico, en una primera instancia, sobre la misión mesiánica de los salvadores, de aquellas personas que se erigen en líderes irrevocables que dicen curar al pueblo, de sus enfermedades seculares como la avaricia, la desidia, la cobardia, la tristeza o la pobreza. A todo Mesías le corresponde su huerto de Getsemani, y una serie de discípulos, o solidarios braceros, de los cuales siempre alguno lleva el código de la traición tras sus palabras, grabado a fuego. Los pueblos son gobernados por gentes que pretenden sacar de ellos beneficios, y las luchas justas deberían ser siempre objeto de admiración pero no empatizan con las gentes que indiferentes conciben las revueltas como ruído. Unos porque dejaron de creer en aquellas ideas que algún les hicieron reflexionar sobre el orden establecido. Otros porque nunca llegaron a alcanzar tales ideas. Los de más allá porque aún sabiendo que algo de razón tienen nuestros superhéroes cotidianos

La lluvia no es para tanto

Hace frío en la ciudad pero la lluvia no es para tanto. Tras los cristales se ve su rastro, y un atardecer de tibias nubes seguido de una luz dorada ilumina los coloristas edificios de las afueras. En la oficina, recojo el escritorio y, como de costumbre, saludo a los compañeros y a las compañeras de oficina deseándoles un buen fin de semana. Cuando regrese al barrio, no me encontraré con mi soledad aceptada porque sentirse solo es sólo una circunstancia y ya convivo con ella a diario. Apenas duele. Sobre tu recuerdo, no haré nada porque vive en mí. Inquilino casi constante del edificio de mi mente que construye la emoción y de la cual se deriva el sentimiento.

No te prometeré las estrellas

No te prometeré las estrellas, ni siquiera te procuraré un billete para visitarlas pero si quieres, viajaremos juntos y éso implica que, cuando la ocasión sea propicia, seremos ambos viajeros de una travesía en la que la noche sea el mar azabache que acostumbra, y cada brillo por minúsculo que parezca nos dejará en la retina su leve y conmovedor rastro.

El waltz del mediodía

Surge el waltz del mediodía como un baile posible y escribo estrofas contra un muro, siendo de cerca observado o acaso ignorado, por algún centinela despistado. ¿Qué más da si es un muro? ¿Qué más da si es un centinela? Quizás la gran discrepancia venga cuando se afronta el tema del verso. Este amor que te traigo por correspondencia y sin encargo se trata de un pequeño arte sin medias tintas, del que no caduca, del que no amarillea sobre las hojas de un almanaque ni de un diario. ¡Cuántas veces al día te recuerdo! ¡Cuántas veces pienso en el azul de tus ojos, espejo sobre algún río del Norte!

El bibliófilo enmascarado

Ama a los libros... pero ... ¿qué pretende? ¿Dar rienda suelta a toda su energía sexual, a su líbido feroz? ¿Destrozar familias? ¿Asustar a los maestros y a las maestras? ¿Castigar a los que piensan diferente? Es un tirano, es un malvado... ama a los libros... ¿Quién es ese superhéroe, de qué tela se disfraza? es el bibliófilo enmascarado un tipo sucio, hostil, frío y peguntoso, de esos que no querrían para sus nueras Ay madre... ¡echenlo de la escuela! ¡Atrás! ¿Cómo es posible que la poesía llene las aceras y las escuelas tengan más color, sean menos grises? Cometió el delito de mirar a las Mujeres hermosas y de trabar conversación con ellas ¡Es un bandido, es un malvado, enciérrenlo!

Era junio y era Granada

Era junio y era Granada. Dicen los que lo cuentan que se trataba de un mes frío. La Gran Vía tenía la forma de un sendero de amargos naranjos y sobre el suelo mi madre andaba descalza pisando sobre baldosas de cristales rotos. Las chicas bien abortan en Londres, decía la vox populi. Ella era una chica bien pero venida a menos y la educación católica recalcitrante le hacía vivir la vergüenza de ser madre soltera de una forma tímida, sosegada y obsesiva. En su mueble, guardadas bajo llave sus pocas joyas y sus cartas de amor a un hombre que no la amaba, que podría haber amado a cualquiera en esa manera suya fría y distante de separarse de todo, con tanta elegancia. Pese a todo, en la reconstrucción de los hechos, un taxi avanzaba silencioso por la avenida y mi madre me llevaba envuelto en una toquilla. Creo que entré a casa de mi abuela por la puerta de servicio, pues me habían dado ya siendo bebé el permiso de domingo, y todos estaban en la comunión de una p

Las Mujeres toman el Poder

En la Escuela, las Mujeres toman el Poder y ésto es positivo porque de su lucha incansable vendrá la construcción de un tiempo nuevo y hermoso. Cuando se organizan y enfrentan al Patriarcado con su brazo que contiene un músculo victorioso no tienen rival pero quizás a veces confunden al rival, y su necesidad de confrontar el antagonismo deba escoger mejor a los sparrings. Nuestra Escuela es un lugar diverso, y se encuentra en el arrabal de un barrio rico, y blabla... pero... ¿qué les voy a contar? Si ustedes son de aquí y lo conocen perfectamente. Compañeras, Camaradas y Amigas: Cuenten con mi apoyo sin fisuras y que sepan que las admiramos, las queremos y estamos dispuestos a colaborar en lo posible.

Si encadenas mi alma

Si encadenas mi alma, no tires la llave del candado al mar. En tal caso, quisiera que volvieras no ya tanto para salvarme, pues de eso ya me encargo, sino para visitarme y abrir un paréntesis amable en mi larga condena, fruto de conmovedor presidio. Si eres cárcel, besaré los barrotes de la celda, y en el lecho frío de la madrugada, volveré a nacer, como criatura irredenta que viniera a este mundo sin haberlo llamado ni haber sido deseado. Jugaré de visitante. Como siempre, con las piezas negras, en el ejército oscuro, y tú siguiendo el ejemplo de la historia interminable, princesa tenebrosa, me encadenarás (variaciones mías : y te unirás a ese eslabón confeso si quieres y así lo deseas, faltaba decir) para volver a la Nada de donde los dos partimos alguna vez, mágicamente.

El último que cierre la puerta

Sin entrar en la guerra estéril de revisar el pasado, por favor, el último que cierre la puerta. Llámese redentorista, misionero cartesiano, espiritual alma libre encadenada a los criterios del beaterio y el sursum corda latino. El benjamín de la saga, maestro en los suburbios, garante de la estupidez de sus ancestros, no podía por más que refutar lo irrefutable, proponer una escuela alternativa en la que la progresía se quede de lado y la cadena se cierre a sí misma. Bravo. Rezan las consignas y lo absurdo de la ciudad absurda restalla en lo restallable. Cambiar algo para que nada cambie. La única envidia sana que le tengo es su toque de balón... Ya se preparan los paquetes de pasteles envueltos con un lazo, a lo mejor diría Luis García... Montero.

Corazón

Corazón Quisiera saber de tí Después de tanto tiempo De tanto silencio entre los dos De haber caminado tanto Supongo que habrá que seguir con el trasiego de las horas que no acaban, con el mecanismo de la polea intangible Recuperando ilusiones Un deseo crece y se forma tras una palabra convertida en vasija que recoge el agua de un río que fluye entre versos, estrofas descarnadas, tras tanta arena en los zapatos que trae la madrugada Corazón No te vayas Quisiera saber de tí Del color de la tarde Cuyo ejército se oscurece Y se funde con las tropas de la Noche Que resisten Tras la Luna que sonríe de perfil

Digiriendo derrotas

Digiriendo derrotas como parte del aprendizaje Uno trabaja para avanzar y seguir avanzando El mejor boxeador no es el que más golpea sino el que mejor encaja La vida como carrera de fondo nos da un respiro para la reconstrucción interior y para sanar el alma Abrir un paréntesis Acallar a los monstruos interiores Hacerles frente Mirarlos a la cara Salir a la calle Hacer de cada minuto una pequeña obra de arte

Faltan pruebas...

Faltan pruebas... Pero la reconstrucción de los hechos es plausible. Podríamos intentar edificar el puzzle de la historia y poner nombres propios y hacer mención a lugares, pero no entraremos en la acusación fácil y gratuita. No es el estilo de la casa y tú también podrías decir cosas de mí. No jugaremos a detectives, aspirantes a policía, pues somos libres pero hay que tener cuidado con los sentimientos pues como las navajas tienen doble filo. Faltan pruebas... Pero la reconstrucción de los hechos es plausible. Comenzaré con que te quiero, te pienso, y no te olvido.

si el sol alegra

si el sol alegra disfruto de su brillo pero no te obligaré a compartir la aúrea luz que destila esta estrella al mediodía si deseas venir supongo que me lo harás saber

Fíjate... ¡qué contradicciones!

Fíjate... ¡qué contradicciones! Me dejé llevar por tí, ganaste mi confianza, me elevaste hasta el cielo posible, y me dejaste caer mientras, impasible, me recordabas que había que aceptar lo sucedido. Pero entonces incurrí en la enésima contradicción, buscando consuelo en quien me había llevado a semejante error, de pensar que tus besos eran para mí, que tus ojos sólo me miraban a mí. Faltó la antropofagia. Quizás el tiempo no te cambie, o quizás hayamos, cada uno por separado, aprendido esta lección. No es hora de reproches, debería pronunciar la frase que no olvida ni perdona, ya que me sabe mal que consigas todo lo que te propones, y que encima laves tu imagen con supuestas transparencias nada transparentes. Verás que nadie es perfecto. Tampoco soy yo el juez sumarísimo de esta causa. Díme si hubo algo en lo que fueras sincera, díme si tus ojos no mentían, pues quisiera rescatar el dulce rédito de los que creyeron sentirse amados para constr

Versos pacientes

Versos pacientes de domingo de enero golpean en mi ventana como una mano amiga que llamara mi atención de forma amable. Este rastro de calles insatisfechas por el presente me recuerda que ya conocimos el gozo de una forma completa y haciendo arqueología del recuerdo restauramos la dicha, la inmensa alegría sobre las aceras. Versos pacientes que apenas esperan a que la rueda gire de otra forma más allá de la enredadera. Versos pacientes ajenos a la expectativa que renuevan la sólida costumbre de la espera.

Breve poema de amor

Breve poema de amor en la ciudad . Mi casa contiene la soledad acostumbrada de un tiempo, en el que aprendo a ser feliz con las pequeñas cosas de casi siempre. Estás invitada a venir cuando te sea posible. Los astros confabulan de seguido para que se produzca el encuentro de las constelaciones. Mientras tanto, te seguiré añorando.

Amor

La noche pasada, Amor, yo te soñé y de tu recuerdo vino el despertar dulce y, al mismo tiempo, amargo, por no tenerte en mi lecho para abrazarte, besarte y subirte a mis altares mundanos. Un poema no sirve para llevarte entre mis sábanas pero su utilidad estriba en poder manifestar en qué consiste la profunda arquitectura de esta pasión prolongada, que se junta con el sentimiento, y de todas las noches que llevas ausentándote, ya que al fin te encontré. Por eso, Amor, aquí te sigo esperando en este rincón de la Noche que decide mantenerse firme y practicar la constancia más allá de los apellidos que empiezan por A o por S, porque aunque pudieron llegar a importar, uno confía en sus propias posibilidades. Bailemos el waltz de la Noche de Enero, bailemos distantes aunque no tenga noticias tuyas cuando el fuego frío, se haga caliente, por el canal que conduce el río de los versos.

asuntos , ilusiones , ventanas nuevas

cuando la vida aplaza los asuntos es porque no se dan las condiciones para que se lleven a cabo, y nos requiere y nos inquiere para continuar el aprendizaje cotidiano cuando la vida aplaza las ilusiones es porque para que se lleven a cabo, hace falta tiempo y ese tiempo no ha llegado también nos propone que analicemos si realmente son ilusiones o una tortura mantenida contra uno mismo aunque fuera placer en un inicio cuando la vida abre para nosotros ventanas nuevas no hemos de cerrarlas porque forman parte de nuestra evolución y este preciso lugar y este preciso instante es el que hemos de ocupar como viajeros de una travesía que es asunto inaplazable, ilusión creciente, ventana nueva al futuro

Carta a mis hijos

Queridos hijos: Os escribo sin la pompa de un monarca, pero con la serenidad, la templanza y la firmeza de un escriba. La vida, como bien sabeis, es un camino complejo y delicado, en el que os habreis de esforzar por conseguir aquéllo que os propongais, aquéllo que ameis y que os conmueva. Ni todos ni todas os comprenderán, ni todos ni todas os querrán, algunos os perseguirán, os señalarán con el dedo índice, pedirán vuestra cabeza pero habreis de saber que el abajo firmante daría todo por vosotros, pues bien lo mereceis. No me compadezcais. No soy una víctima pero tampoco un verdugo y el contrato que suscribí con vosotros no tiene fecha de fin, es de por vida. Lo que ocurre entre adultos, entre adultos queda. Un buen día, sereis la mujer y el hombre grandes como una bella montaña y vuestro legado quedará recogido en lo que hayais aprendido hasta la fecha. Cuando me hunda en la tierra y yo ya no sea más que lo que ocupa una foto a un recuerdo, guard

En esa frontera que delimita

En esa frontera que delimita el primer hielo del alba, cuando el invierno maneja sus hilos  con la habilidad de un titiritero  en un espectáculo callejero, hay un sol que se abre paso  entre las nubes  con la timidez propia  de la estación melancólica.  El mundo subterráneo de vagones  y presencias ajenas y cercanas  es sólo testimonio  de lo inevitable del cambio contínuo, de lo irrefrenable, de lo inexorable del tiempo que huye e irremediable, pasa.  Cuando en la superficie,  cruzo una calle  y el buen recuerdo de tí  se instala  en la estancia adecuada  de la casa de huéspedes de la mente, me entran ganas de ponerme a escribirte  un poema, un poemario o varios.  Entonces me planteo  los efectos que mis palabras  crean  y si esta energía en fabricar el amor tras la música de un verso no es derrochada.  Reina en tu mundo solitario,  ¿sobrepasaste el umbral  de los que son tan alabados  que no necesitan para na

Érase una vez un ogro malo y un príncipe bueno

Érase una vez un ogro malo y un príncipe bueno que vivían cada uno en su castillo allende la ribera de un caudaloso río que cruzaba un bosque encantado en el que vivían gnomos, duendes y hadas. El ogro se llama Raicindo porque comía raíces de los árboles y se dedicaba a atemorizar a los gnomos en su fiesta anual, saltando sobre sus mesas de manjares suculentos y alcanzado los instrumentos musicales que utilizaba la orquesta que con tanto esmero ensayaba las canciones que a todos los habitantes de aquella pequeña aldea encantaban. Asimismo, tenía este ser inmundo una habilidad especial para pudrir el agua de los ríos, y hacer maloliente el aire que circundaba cualquier lugar. De su aspecto se desprendía la fealdad extrema exagerada por una nariz alargada que parecía la rama de un abeto, unos dientes como cristales partidos y unos ojos verdes como los mocos. Era alto pero no tanto y con las únicas criaturas que mostraba ternura y afecto era con los insectos. Las mariquitas y las hormig

Una cuestión de paciencia

“Ten paciencia. Espera a que el barro se asiente y el agua se aclare. Permanece quieto hasta que  la acción correcta  surja por sí sola.” (Lao Tse) Querida Ausente:  Bien sabes que  ningún acontecimiento debe ser forzado  pues la vida ya los depara.  Como el alquimista  que paciente prepara sus pócimas, o el carpintero que trabaja la madera, o el escultor que exhibe el busto del semidios, así debemos construir  el verso  con su talla y su métrica diligente.  Hilvanando sílabas, de todas las fantasías posibles, te imagino viniendo  por arte de magia,  con un vestido blanco ni antes ni después, sin fecha en el calendario, sin hora en el reloj,  trayendo un aroma en tu pelo a rosas y jazmín, tu piel huele a naranjas, hierbabuena y mejorana  sobre la mesa te aguardan.  La tarde es proclive  y el ventanal abierto  trae un aire cálido  de abril.  La ciudad está por recorrer  y el optimismo puede  con el color rojo de los semáforos, la cola para pagar las

Para volar no hacen falta...

Para volar no hacen falta... Alas Ni un cielo Ni siquiera un centro de investigación aérea ni espacial Sólo hace falta un libro Una habitación tranquila Buena luz Para volar no hacen falta... Restaurantes ni hoteles lujosos Vinos caros Caballos junto al río Genil Ni luna en destinos de postal De todas formas... Madrid es el escenario idóneo y otras ciudades nos albergan y albergarán con su dulce profecía y su cómplice mirada.

Esta hora me anuncia

Esta hora me anuncia que se termina la jornada y que quedan muchas historias por contar todavía. Las farolas alumbran el exterior y a mí me ilumina la tarea de saberte bella distante y consecuente con tus quehaceres propios. No le des pábulo a los vendedores de humo. Ellos sólo son arte efímero, arquitectura invisible pero tú, alma mía, eres más grande que un cielo a medio terminar sobre un lienzo. Arte duradero que subsiste en el sendero de piedra que visita al silex.

Respuestas de domingo

Querida Ausente: En este domingo tranquilo, con paz en el alma, te escribo desde este rincón para decirte lo mucho que te extraño. Esta historia que se alarga en el tiempo como un hilo interminable palpita en mi corazón y te hace llegar versos a coordenadas del norte, como estancias que miraran a un patio interior reservado sólo para uso privado. Éramos y somos semilla. Génesis de un mundo libre sin cordeles ni ataduras que se muestra firme más allá de las cartas del banco, de los informes contables, de las palabras como ibex, euribor, o fondo garantizado. Por eso... En esta isla en la que cabe un dedal y una aguja para enhebrar el tiempo venidero, ven a coser conmigo esta tela de alegría que dé forma a la vela pretérita y presente que hace navegar a este barco. Durante la travesía, sentiremos el olor del agua marina, aunque no hayamos embarcado desde el muelle y algún bolero resuene desde alguna taberna donde marineros rubios tatuados canten co

Por caminos de invierno

Por caminos fríos propios del invierno  en los que los petirrojos hacen de cada rama una posada, hay una perspectiva del estadio olímpico en un sendero destartalado y árido más allá de una explanada en la que la gente deposita sus escombros cotidianos al margen de la limpieza que las calles y los campos domesticados necesitan. Por calles transitadas las tiendas sacan sus muestrarios al exterior y los hombres y las mujeres andan deprisa para resguardarse del frío tras el umbral de alguna cafetería. Hay también personas que compran los periódicos, hay gentes que hacen números sobre la mesa de un bar y le asignan a esa contabilidad financiera improvisada el adjetivo de prudente. Asimismo, se pueden observar autobuses que rehacen la vía acostumbrada; solitarios que pasean como naves silenciosas sin faros de medianoche que los vigilen ni los protejan de la inclemencia del mar de las horas, pero ellos mismos se defienden del oleaje, de la enrededadera

Lo que otros dicen

Lo que otros dicen, no está a nuestro alcance . Por ello restémosle importancia a la opinión que debilita, a la clasificación cómoda de la sociedad de costumbres, al perfil que se nos otorgaba como una etiqueta incómoda en la escuela y de la que nos liberábamos inventando pequeñas historias o volando con la imaginación en tardes de lluvia y autobuses urbanos repletos de gente. Lo que otros hacen, no está a nuestro alcance. Por ello, evitemos la confrontación que nos resta la paz y dediquémonos a la construcción de este momento libre y gozoso que no se parece en nada al anterior. Acordémonos de esa tarde feliz, de ese placer momentáneo, de ese lugar duradero que sólo a nosotros nos pertenece. Ese beso prolongado, ese olor de frutas en la piel de la mañana, esa noche que envuelve a los caminantes solitarios y que hace que de vez en cuando se establezca una isla donde antes sólo había asfalto.

Luna llena sobre el cielo de Madrid

Luna llena sobre el cielo de Madrid Nos refugia nos cobija nos consuela cuando somos exiliados de la coordenada dolor y hemos dejado a un lado lo que nos duele el orgullo se presenta como un diplomático amable vestido con su traje de santo no elevado todavía a los altares pero es falso porque es un demonio disfrazado con una aureola comprada en una tienda de todo a cien entonces nos empuja a actuar como ese diplomático aparentemente amable y en la cuestión recursiva naufragamos secuencialmente mi perspectiva sobre la perspectiva de otros punto el rey y la reina blancas abrazaron tiernamente al rey negro con su destreza en las encuestas y alguna investigación detectivesca al margen de lo acordado sus acuerdos útiles eficaces para crear desventajas sustanciales aunque ese no fuera su firme propósito punto no dejaremos que la amargura enturbie la bilis azucarada ningún problema que no tenga solución aparente  porque esta luna negra sobre e

Una declaración honesta

Compañera, usted sabe que puede contar conmigo, no hasta dos ni hasta diez sino contar conmigo. Hagamos un trato. Mario Benedetti  Madrid, 12 de enero de 2017 Querida Ausente: Uno camina con una duda o con varias y entonces todo cobra sentido. Pero si no soy fiel al análisis de los hechos y sigo alabándote con esta lógica que no conduce a nada, me arruinaré espiritualmente, echaré abajo los muros de mi hermoso templo de paz y armonía y eso es algo que no debo permitir porque ya empeoré de vida, al menos materialmente. Así, sin alardes, diré que te quiero (aunque... ¡qué poco te has mostrado!) al igual que quiero a tu hija como si fuera la mía y que ésto defendería delante de un tribunal de rabinos o de la santa inquisición. Por ello, debo retirarme a construir mi camino diario ajeno a las tensiones. Sólo deseo que el verso sea testigo y el poema dé testimonio de la palabra amor cuando no lleva pausas ni puntos suspensivos y que por una cu

querida

querida: la rosa yace junto a la fuente habiéndose desprendido de la escarcha tras la primera luz del alba el ruiseñor no teme a que la rama se rompa pues conoce el poder de sus alas hay aves que vuelan al sur para guarecerse del invierno y abandonan el refugio de los sauces y de los álamos emprender el rumbo hacia el destino incierto es habitar la diáfana luz del presente cierta incertidumbre la de los exiliados del confort que sobreviven y miran de frente

11 de Enero

El 11 de Enero sería un día cualquiera si no fuera porque tu recuerdo viste las calles e ilumina la luz que de esta mañana clara se desprende tras los ventanales de oficinas anónimas donde la vida pasa con la justa cadencia de un reloj de péndulo. Tras el paréntesis que la melodía propone, hemos vuelto a recorrer la isla del olvido sin darnos demasiada cuenta de que estaba vacía. En el mar circundante, la lluvia constante pierde su adjetivo, y la intermitencia del verso resuena sobre la piedra del muro junto a la orilla. Dulce amor, posterior a las olas, que anidas más allá de la flor del granado, allende el monte, purifica este aire que respiro. Si el momento viene, seguiré las señales.

Retrato de mi padre

Como monarca solitario te visité en pabellones de tu palacio de ancianos. Confirmé el color de tus ojos, el tono de tu piel blanquecina y esa indiferencia de décadas que duraba lo que resiste la desidia en unos ojos que apenas comunican. Más allá del sendero, junto al pantano de la tristeza, Albolote era una estación de autobús y Julio un mes herido tras el silencio del ciprés. Querido padre, recreado padre, imaginado padre, ¿qué se siente ahora cuando tus ojos se cruzan con los míos y ves que te miro de frente? Nada... Supongo que ahora podrás descansar tranquilo. El consuelo que te queda proviene de una mentira. Años más tarde, me informaron de tu muerte. Habías abandonado este mundo pero tu hijo apenas derramó una sola lágrima por tí.

Liebe, du bist weit

Liebe, du bist weit aber die Sterne sagen mir dass du einigen Tag ankommen wirst. Dieser Januars Sonnenaufgang bringt eine Wahrheit : Ich habe meine klangliche Einsamkeit akzeptiert. Ich muss den Weg folgen. Manchmal, es schaut dass es keine Perspektive gibt, aber es ist falsch. Wir müssen nach vorne schauen und die Deutlichkeit werde allein kommen. Als Pedro Salinas schrieb in ihrem Werk, Täglicher Frühling, der Tag ist gekrönt mit dem Glanz des Tagesanbruch. Es gibt einen Platz wo alles Sinn macht und es ist im Innern von uns.

encore et toujours encore , ma chérie

encore et toujours encore , ma chérie aunque la vida nos lleve por senderos disjuntos y de tí queden sólo rastros de algo que fué pero no cristalizó has de saber que guardo tu recuerdo diario como si fuese un tesoro sagrado encore et toujours encore , ma chérie porque éramos y somos semilla semilla de un mundo nuevo que cabe en una pompa de jabón, en el brillo de una estrella que fulge, habitante de un firmamento sin sospecha, sin culpa, sin alambradas, muros, ni centinelas porque éramos y somos consigna fuego y no metralla hielo caliente por encima de la hiedra que anida en la columna de la glorieta del jardín encore et toujours encore , ma chérie porque estamos hechos de algo más que puro ego

Estructuras de la tarde

La tarde presenta sus estructuras y sus armazones. Como carcasas, hay vigas que se levantan y edificios que se yerguen. Entonces esta hora del día se convierte en ciudad y nosotros en sus habitantes. Ciudad que no necesita presentación, ni introducción previa y es tan visitada que se recuerda a sí misma en cada ocaso. Se oyen ecos de presencias, una voz dulce que recorre las estancias de cada vivienda construída por los fragmentos de la luz y el agua de las fuentes que no se agota.

Logros y proezas

Mis logros y proezas  con respecto a tí no los mido por lo que ahora tengo o por lo que poseo sino por el tiempo que dedico a pensarte, por la fina táctica de adorarte  con palabras simples, que se extiende  sobre el verso  como una capa de crema  hace edificar un bizcocho.  Mis logros y proezas  con respecto al mundo no los mido  por lo que ahora tengo o por lo que poseo sino por el tiempo que dedico a hacer de esta vida que nos ha tocado un bello lugar en el que ser permanente residente. 

No me quedaré en la anécdota

No me quedaré en la anécdota ni me atribuiré las clasificaciones que otros hacen de otras personas. No quedaré encerrado en su lógica interna, en su arquitectura de laberintos y cerrojos. Sé lo que puedo ser, sé lo que mis actos han dejado entrever, pero el sistema que todo lo intenta pudrir, no podrá corromper la raíz de una belleza primigenia que se nutre, que crece, a partir de una fuente de invierno que trasciende los lugares. Es Enero. Es Madrid y casi nadie me conoce pero, en este tiempo de dificultades se ocultan, tras señales confusas, las llaves de un tiempo nuevo, que construye nuevos órdenes y nuevos desórdenes, propios a su natural evolución. Todo vendrá cuando haya de venir mientras tanto abrazaré cada sombra de tí, cada palabra que no pronuncies, cada frase no articulada, cada silencio que la luz del semáforo disponga, con conveniencia. Pero no habrá danzas macabras, ni ataques a la desesperada, ni duelos al amanecer, ni seguiré al jov

Si a tu alrededor

Si a tu alrededor todo es silencio, y ves que la gente que te acompañaba  se marcha de tu lado, que está todo oscuro y no ves un horizonte nítido ni pleno, no desesperes, porque ninguna crisis es eterna, ninguna catástrofe nos ha todavía sepultado.  Si a tu alrededor, ves que los demás te miran con recelo, que no encajas en ninguna cuadrícula prefabricada, que la pauta es un renglón incómodo, que es mejor atreverse a escribir por el otro lado, no desesperes, porque no todos entienden de ser distinto, y esta cualidad se vuelve  incómoda al ser gris y anodino  que habita las destartaladas ciudades  sin forma ni tamaño.  Si a tu alrededor, la vida empeora y la realidad se vuelve turbia, no desesperes, porque un mañana soleado, libre de culpas y de pesadas cargas del pasado, te espera.  Ama, diviértete, ríe  y si no puedes hacerlo piensa en algo positivo, construye el arte en movimiento. 

Notas escritas a lápiz

Siempre me gustaron las notas escritas a lápiz que sabían juntar la emoción, el dibujo y la ternura de las palabras. Un te quiero, una sonrisa, un amanecer con su sol resplandeciente, unos versos con un lenguaje rápido, una declaración de principios o un nos vemos a la tarde. Todo cobra sentido sobre la hoja en blanco y el texto se anticipa a un beso o una caricia. Sin guarecernos, ni ponernos a la defensiva, dejamos que el amor nos invada, con su lógica incansable y brillante.

Víspera del día de reyes y reinas

Víspera del día reyes y reinas y aquí viene mi regalo: Es este poema que comienza sin haberlo mucho pensado. Es poca cosa. Lo sé. Pero así vienen los tiempos con sus austeros presagios. Comienza un año que no será más fácil que los otros anteriores pero en el que no faltarán las ganas, ni las energías para conseguir los objetivos de resistir, sobrevivir, amar y construir pequeños castillos de arena que permanezcan impasibles ante el contínuo golpeo de las olas de la cotidianeidad. Por ello, te traigo ánimos con palabras dulces y saladas, mensajeras que viajaran en un barco que cruzara un canal entre dos orillas ni tan distantes ni tan indiferentes. Que el tiempo que todo lo restablece sea nuestro aliado y que nos traiga un cálido invierno, una primavera que conste de un viento de abril generoso, un vino que traiga un buen sabor, unas fresas que nos traigan su perfume. El verano un melón que refresque el paladar, el otoño con el rumor a granadas

Canción de amor paciente

Canción de amor paciente Amada La tarde se cierra en su envolvente y yo abro una puerta a tu recuerdo. He divisado delfines en un mar encrespado, que parecen debatir sobre el estado de las olas, que bailan al compás del viento aunque éste forme remolinos y no haya calma para su encuentro. Amada La noche se abre tras las farolas del barrio En la oscuridad del negro ponto, distribuyo el orden del verso, para construir la estrofa y mis palabras pretenden ser caricias a tus manos. Es esta la canción del amor paciente, el que espera indefinidamente, más allá de la hora del día o de la noche, de los delfines que danzan discordantes, o de la escasa luz del negro ponto.

Retrospectiva y Actual

Retrospectiva: De tus silencios. De tus no estoy, no existo, de tus ojos que esbozan una despedida, un perdona sin concesiones. Te vas andando por la avenida y no puedo hacer más que verte alejar como un barco que se perdiera tras el siguiente saliente de tierra, y no hay faros que alumbren tu noche. Pero no escondas tu sonrisa, no dejes que la realidad envilezca el dulce recuerdo, no abandones la sola presencia de la gozosa memoria. Más allá de las preocupaciones, hay un nuevo amanecer. Actual: Nada sé sobre tí pero todo el camino está por recorrer y, en la incertidumbre, todo es posible. Puede ser que apenas te importe, pero defiendo el verso en su extensión, y le hago un homenaje a tu indiferencia sin rencor. No te salvaré, no me salvarás pero te miro con ojos esperanzados, a sabiendas de que nada te pido y todo te ofrezco.

Si fuera sólo un cumplido

Si fuera sólo un cumplido a destiempo, un deseo esporádico e intermitente, una pasión que puede ser aparcada como el que coloca un libro en una estantería, una opción de muchas opciones, el verso no vendría con su brío irrefrenable a blandir este oficio de aprendiz de orfebre de las palabras (*) Si fueras una ciudad atravesaría dichoso las avenidas y las calles, y me sentaría en los bancos de las plazas, para ver cómo la gente pasa, con su paso acostumbrado e imperturbable. Me asomaría a la baranda a ver el río por donde hay un barco que surca su curso. Si yo fuera una ciudad en la otra ribera, habría calles, avenidas, plazas, el mismo río que tú divisas y construiría un puente para que pudieras llegar siempre que quisieras a este lugar sin horarios, cancelas ni centinelas. Si fuera sólo un cumplido a una ciudad no habría de construir un puente para que arribaras cuando quisieras a esta otra ciudad allende la ribera. (*) Mi madre siempre decía que que

Ya conocí las horas oscuras

UNA MUJER Y UN HOMBRE, de Juan Gelman Una mujer y un hombre llevados por la vida, una mujer y un hombre cara a cara habitan en la noche, desbordan por sus manos, se oyen subir libres en la sombra, sus cabezas descansan en una bella infancia que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz, una mujer y un hombre atados por sus labios llenan la noche lenta con toda su memoria, una mujer y un hombre más bellos en el otro ocupan su lugar en la tierra. Ya conocí las horas oscuras,  cuando las calles no eran hospitalarias,  y los campanarios tocaban a deshoras  con su trémulo compás discordante.  En su transcurso, abrazaba sombras, quería reconocer en otras presencias  algo de tí pero no era posible.  De los golpes duros,  de los que hablaba Vallejo, se aprende y se continúa aprendiendo. Tu recuerdo se eleva sobre los demás recuerdos. Levita y todavía lo hace sin pedir permiso.  Te buscaba entre la muchedumbre  con la impaciencia  y la tristeza

Dicen que ellos lucharon

Los jóvenes "socialistas"  dicen que ellos lucharon contra la dictadura para construir la falsicracia y, en su respetable guerra contra el poder establecido,  apenas visitaron las comisarias,  apenas vieron amanecer tras los barrotes de Carabanchel.  Ellos, los heroicos combatientes,  no se acuerdan de sus parientes comunistas,  que sí lo dieron todo :  como Fausto, vendieron hasta el alma por edificar la España sin dictadores ni reyes, aunque el jerarca Carrillo los vendiera, aunque hubiera claros errores tácticos.  ¿Por qué vivís del pasado, clases sedentarias?  Si vuestro voto ahora  contribuye a la viga enmohecida  del pilar de una catedral en ruínas.  ¿De qué nos sirve vuestro vino si colaborais con el poder, ese que antes decíais enfrentar?  Nunca fuísteis un peligro y por ello os van a condecorar.  Lealtad a la monarquía, al capital. Lealtad a la Europa que os ha de endeudar.  Adiós Social-Hipocresía. Adiós Desidia y Maldad. 

No renunciaré

No renunciaré a lo que me conmueve: A una puesta de sol, a un poema entonado, a un paisaje desconocido, más allá de un castillo, de un río, de un bosque, al abrazo de unos hijos bien amados, a una playa solitaria en septiembre, a una voz al teléfono que abre un paréntesis cerrado hace años, que construye el verso y que duda, no llega a alcanzar a encontrar la palabra, a ese instante que invoca el mayor de los gozos: En el tren de la alegría, siempre estás invitada, siempre eres bienvenida pero deja los puñales en el andén. No son necesarios. Dáselos, si quieres, al vigilante. No renunciaré ni a uno solo de los motivos que me llevaron a proseguir el sueño de tu amor ni a ninguna de las espinas de las rosas del jardín sombrío. Sobre las cicatrices, madura a fuego lento un sentimiento que no fenece. ¡Viva el beso de miel! ¡Viva la piel de terciopelo! ¡Viva el alma que recobró la luz tras la larga y oscura noche!

La felicidad es una dirección

La felicidad es una dirección, no un lugar Sidney J. Harris La felicidad es una dirección, no un lugar. La felicidad es un viaje hecho con tiempo, una locomotora que desafía a los relojes de arena que se encargan de traer monotonía y resignación. La felicidad no es una calle, ni un barrio, ni un paisaje, no la compra el dinero, ni se rodea de sabios para ser obtenida. La felicidad es una playa solitaria donde se escucha el rumor de las olas y, de fondo, suena el susurro del viento que juega a desordenarnos el cabello. La felicidad es una tarde tranquila, la paz de aquéllos a los que amamos, un vaso de vino, una taza de café y una conversación larga sin consultar el horario. La felicidad vive dentro de nosotros y no la trae una noticia, ni siquiera un halago, y no la quita un desprecio porque es tan simple como el amor, como el tierno amor, que queda recogido en los versos.

Regreso por las Fiestas a Granada

A perro flaco, todo son pulgas Refrán popular Al pariente pobre emigrado, se le observa con prudencia. Además de sus conductas y desmanes, de los que nadie, al parecer, quiso entrar a analizar su origen, en el informe contable figura una alarma sobre el posible riesgo financiero que, de por sí, supone una economía de subsistencia, que se parece a la agricultura de supervivencia. Por eso se le concede la cuarentena del leproso y el beneficio de la duda. Muchos de ustedes comprenderán que no regreso a Granada por el puro deseo de reencontrármelos. Es más: hay personas con las que la relación ha llegado a un punto de no-retorno. Es para mí un viaje bello porque la ciudad es hermosa y guardo buenos recuerdos de una infancia, en la que recorría sus calles, pero la familia siempre fué un asunto espinoso. Regreso por las Fiestas a Granada porque tengo dos hijos y deseo que conozcan sus orígenes y raíces. Así que bienvenidos a los que les agrada verme.

Balada de una noche de domingo

El silencio y la calma están en nuestro interior. El silencio y la calma de las calles del centro no son sólo la consecuencia de un estado del alma, en el que la noche y su oscuridad no presentan un agravio. Los muros macilentos de las plazas nos hablan de la historia de Madrid. Las farolas donde se depositan las luces que nos hablan de otro tiempo no convocan al péndulo en su caída ni entienden de años nuevos. Las gentes que se abrigan para salir y se abrazan cuando se reencuentran en los turbios andenes de estaciones de tren o junto a las estatuas de reyes montados a caballo o palacios con aroma a oriente, dan testimonio de que, pese a todo, esta ciudad se niega a perecer, y a desaparecer, pues trasciende la lógica de los jardines, de los bulevares, dispuestos para el arte de conversar. El alma oscura se transforma en luminosa. El viandante se diluye entre la gente formando un grupo pero está solo y vuelve a casa llevando en su equipaje la vivencia

Primero de enero

Primero de enero . Yo te recuerdo como si estuvieras presente. Como si el sueño que tuve no fuera un paréntesis, como si estas horas frías se hubieran convertido en templadas porque me abrigo con estas palabras, me abrigas en tus lejanos palacios sin importar quién te mira mientras lo haces. Las flores que ayer eran escarcha han restablecido el orden de las cosas y esperan que una nueva primavera las haga florecer, tras el primer hielo del primero de enero. ¿Has escuchado como trinan los pájaros en la madrugada? Le cantan al gélido enero, tan amado. La estación continúa su guión repleto de dilemas. Bienvenida, la incertidumbre. Bienvenida seas, Reina entre las Reinas de todas las posibles monarquías sobre la faz de la tierra.

Marte melancólico

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El dios Marte, de Velázquez Marthe que ces vieux murs ne peuvent pas s'approprier, fontaine où se mire ma monarchie solitaire Marthe, René Char  Como sacado del cuadro de Velázquez, se ve la figura de Denis iluminada por la sola luz rojiza del alba que entra por los ventanales oxidados de una casa antígua del barrio de La Latina. Su torso es musculoso y tiene bien definida la silueta. Sus ojos de una claridad aplastante parecen del color del mar en los días en los que en el mediterráneo sopla el viento de Levante. Pero todo en él es Poniente y las gaviotas no vuelan más allá de la orilla cuando se forman las marejadas de su lucha incansable. Además de trabajar en la fábrica, visita el centro cultural de su barrio, y toma parte de los pequeños empoderamientos de su clase, la trabajadora. Pero hoy Denis toma el aspecto de ese Dios pintado por Velázquez. Posee el rostro melancólico traído por las circunstancias vitales, por la deriva de sus barcos,

El anfitrión

Cuando uno ve en los demás algún rasgo distintivo de su personalidad o carácter, es que quizás sea un simple reflejo en el espejo del otro pero, a vueltas con el gran Ludwig, uno debe reparar en la técnica depurada y en la estrategia y táctica del anfitrión. Podría ser francamente malinterpretado, aunque sólo sea un acto de generosidad, pero en su perfil de aviador urbano, con gafas oscuras de piloto de aerolínea estatal, se pasea casi a caballo por el albero granadino, con sus aires de señor cordobés. En la Nochevieja, invita a la familia a su casa a cenar. Todos acceden gustosos y algunos progresistas no desdeñan la oportunidad. Es un hombre bueno, dicen todos con alabanza de santidad. Sería santo el gran Ludwig, de no ser por Monseñor Escrivá, el que paró su canonización por puro formalismo en el derecho canónico, residual. Fray Leopoldo lo ha bendecido, la Inmaculada del Triunfo lo saluda al pasear, ¡viva la clase alta! Como dirían dos humoristas de