En tierra de nadie
Todo en tí fue naufragio Neruda En tierra de nadie como fugitivo a deshoras, en la frontera que no espera, olvidando el interrogatorio del vigilante que me creyó intruso tras el cual las supuestas competencias profesionales permanecieron intactas. Nunca tuve que demostrarle nada a nadie y si fue este el caso, rara vez perdí la calma. La desconfianza propia de los pueblos de Castilla se hace presente. ¿Cuál es el inventario de títulos necesario para llevar a cabo la misión? Le pregunto al vigía. ¿Acaso alma, corazón y vida?