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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Tus ojos como un río

Tus ojos como un río han alcanzado mis orillas y en este mar que nos separa ninguna distancia es tan grande como para desdecir el viento salado que nos envuelve Déjame que acaricie tus mejillas, terciopelo, y que la tarde decida. Los relojes nos saludan y nos dan la bienvenida hacia la estación de la noche. ¿Dónde apostaremos nuestros barcos? ¿Qué brisa no nos conoce? Si en la incertidumbre habitamos, ¿qué himno no es el nuestro? ¿qué consigna no hemos pronunciado? Tus ojos como un río han alcanzado mis orillas  y yo he aceptado su cauce y su caudal, fundiéndome con ellos.

Haciendo poemas con los niños

Paseo por Prosperidad en compañía de los niños junto a los jardines de Mario Benedetti junto a la calle de Claudio Rodríguez junto a la calle... y construímos versos juntos : barro limpio sobre el suelo un caramelo de menta pegado contra un árbol si no comes no compras si no compras no comes sol de diciembre ilumina mi rostro lo que no se puede contar es lo nunca sucedido

Adiós, bello berlinés

Le dije al bello berlinés que no quería ir a pasear con él, que no aceptaba su propuesta. Fuí sincero. Se lo dije en el minuto 10 del encuentro. Me escribió diciendo que era inaceptable. Aber.. Das ist das Leben, Lieber! Pero.. ¡Esta es la vida, Querido! Al menos, fuí sincero, Schatz! Adiós, bello berlinés

La última hora del año en la oficina

Pero mira qué momento más hermoso éste que ahora vivo... Casi termina el año en la oficina Viernes por la tarde ¡Soy casi libre! ¡Hasta el martes, año nuevo!

Las lealtades según Juan Merino

En la tierra granadina, la lealtad escasea. Por ello, muchos y muchas no se deben extrañar de que por allí no aparezca demasiado Juan Merino. Lejos de querer esbozar su autobiografía pues este ejercicio sería un acto perverso, podemos contar en breves palabras cómo se siente nuestro protagonista en la ciudad que otrora habitaran, pueblos de allí y de acá, íberos, fenicios, romanos, almorávides, nazaríes y castellanos y en su relación con su tribu. Cada año vuelve a repasar con sus familiares la crónica de lo sucedido. El padrino que el sacramento del bautismo le otorgó aprovecha la ocasión para medir fuerzas y hablar de política. En los búnkeres reaccionarios, es bien sabido que el pensamiento único aflora y a Juan le da la risa pero, en el fondo, siente tristeza porque su relación adulta con una referencia de la infancia es de manifiesta lejanía. Incluso ya no le gustan sus bromas. Es más, nunca le gustaron. Porque sus bromas incluían la burla,

Aunque tú no dijeras nada

Aunque tú no dijeras nada y yo fuera elaborando, en mi interior, una historia de amor desde los cimientos de la absoluta nada, en tus ojos se podía percibir una luz que fulgía y hacía sentir, en pretérito imperfecto. Buscando el rastro de ese brillo y haciendo arqueología de un recuerdo podría tirarme la vida entera. Por eso prefiero seguir adelante y no esperar a que nada ocurra. No hacer promesas No decir grandes palabras Simplemente hacer y con éso habremos conseguido algo grande

Viajeros nocturnos

Viajeros nocturnos bajo la niebla, la lluvia y el viento frío de diciembre en autobuses que recorren carreteras mal iluminadas y coloreadas por las luces de neón de las fábricas, de los restaurantes y de los hostales, islas donde paran aves de paso en nidos con forma de alcoba . Almas acostumbradas al tránsito, héroes anónimos y heroínas anónimas que resisten el paso del tiempo dormitando, acurrucados en asientos que ofician de lechos improvisados. De madrugada todavía, entran en la gran metrópolis, sin ser vistos ni observados. Pasan desapercibidos y buscan los trenes para continuar su travesía o reposan en lentas cafeterías donde se amontonan en las barras a la espera de un café que les levante el ánimo tras un despertar incómodo. La ciudad los espera para que entren en el laberinto cotidiano, en el sube y baja interminable de escaleras y puertas mecánicas que no les hacen necesariamente la vida más amable. Sin arrepentirse, bregan hasta e

Pili y Marco tras el funesto viaje

Pili y Marco tras el funesto viaje se ríen a deshoras en vagones que cruzan la media tarde. Como estructuras desacopladas del atardecer, la ciudad convoca sus ruínas y sus pequeños estertores. Hay ciudades emergentes dentro de la propia ciudad y no se han dejado ver. Cada uno masculla su historia de amor, y tras la enésima recreación de los acontecimientos alles ist klar  y nada necesita ser explicado. Pili y Marco se despiden con reverencias. En el libro de Edmundo de Amicis todo resulta sencillo y este cuento oscuro no pasa desapercibido. 

La navidad es una falacia

Sí, la navidad es una falacia. Un estado de hipnosis generalizada. Un pretexto para celebrar. Un pretexto para ensalzar no sé qué valores seculares, que muchos no los tienen presentes en su lógica cotidiana. Pero no declaremos la guerra abierta al discurso de los farsantes. Hagamos lo que podamos y sobretodo seamos felices con lo mucho o lo poco que tengamos. Rescatemos la sonrisa de donde apenas la hay y sonríamos al presente pues es la única manera de alcanzar la serenidad. La navidad es una falacia que adormece a las masas pero para algunos es un opio necesario y para otros un día más.

Frohe Weihnachten

Madrid está repleta de invocaciones a la festividad adyacente. Es Navidad. El caminante recorre las calles. El mismo caminante conoce de los oasis, y de cómo un recuerdo de infancia puede transformarse en un bello paréntesis incompleto. . La abuela del caminante solía decirle que tenía manos de pianista pero éste nunca aprendió a tocar el piano. Le gustaba ir a casa de su madrina donde había un gran piano. Una madrina debe ser algo más que un hada y ésta era una señora distante y lejana, que a veces le sonreía, y que había claudicado en vida frente a un hombre alcohólico y misógino que la maltrataba y al que acompañaba de bar en bar, costeando sus excesos. Cuando el caminante se sentaba para dar su particular concierto, su madre aplaudía sus primeros acordes improvisados pero luego mandaba silencio. La historia de la música podía esperar a este talento innato (ironía, risas, rostro de complicidad...) Mientras tanto, se cierra el paréntesis, es la

Un ajedrez de huídas, manipulaciones y silencio

(...)  Así había sido siempre la parte de su vida vinculada a Lucrecia : un ajedrez de huidas y de taxis, un viaje nocturno por el espacio en blanco de lo nunca sucedido. (...)  El invierno en Lisboa. Antonio Muñoz Molina Pág. 74 Porque lo que sucede, no se explica  y simplemente ocurre.  Contigo la hoja en blanco  se llenaba de versos. Todavía hoy  renueva su vínculo  con la palabra  que persiste  en completar la estrofa, como el corredor de fondo  se afana  por no decaer en el ritmo antes de llegar a la meta.  ¿Qué es la meta?  La meta no es un cuerpo, ni siquiera besar unos labios, la meta no es yacer  bajo cualquier pretexto, la meta es algo más que un puerto de mar  donde mis barcos pueden atracar y reposar  para después reanudar la travesía. La meta no es encontrar el amor-objeto. La meta es el viaje. La construcción del amor  desde el origen, que en el laberinto de la ciudad,  busca los vestigios de lo nunca sucedido... Porque nunca sucedió

cuando en la fiesta

cuando en la fiesta alguien me ridiculizaba y sacaba a colación el tema de mi padre yo inventaba historias sobre la marcha, como siempre, para tapar la realidad, para consolarme les decía que era policía y vivía en Italia, que se subía a la torre de Pisa, que era miembro del Vaticano... Los que recibían estas historias venían a exhibirse ... ¡sí! Con sus familias aparentemente perfectas a casa de la abuela todos los años, hacían el desfile de los programas de Paco Lobatón Porque venían a contarnos ¡sí! la crónica de la felicidad que no tenían Tras las heridas que provocan las palabras fabricada por la crueldad de los niños y de las niñas, heredada de los adultos, la sociedad conservadora y de provincias, en otras palabras, Granada, practica la impostura El ventajismo y la maldad no son noticias nuevas He crecido y he sabido decir adiós a los infames aunque no fuera invitado a "su fiesta"

solsticio de invierno

cuando veas la luz del atardecer hacerse más tenue y escuches a las aves nocturnas cantar antes de que el último brillo del sol se pierda tras las colinas dejando al ejército de la noche el campo abierto hacia la batalla fría de estrellas, constelaciones, entonces el invierno habrá llegado y poco importará quiénes seamos, hacia dónde nos dirijamos, a quién amemos, porque la duda consistente que persiste tendrá un signo de interrogación no adulterado, merecemos una vida mejor, ¡sí, que la merecemos! el invierno se encargará de construir una primavera que limpie de maleza nuestras almas, donde vuelvan a florecer como hileras, la alegría del presente de Juan Ramón Jiménez en esta estación de tránsito todos somos pasajeros, nos guareceremos en nuestros cuarteles de invierno, para rescindir con todas nuestras sombras ese contrato que implica su contínua rememoración diremos adiós al pasado romperemos el cordón umbilical asfixiante, nos emancipare

Vale la pena

Vale la pena dejar por imposible aquéllo que no podemos cambiar Hacer el ejercicio de soltar Conversaciones, personas negativas, y tendencias de otros: Al victimismo, a la provocación, al irrespeto. Vale la pena, dejar ir, y tender un puente de plata al enemigo que huye, al amigo que se marchó porque no era amigo . Al amor que se escapa, porque ha terminado y no desea continuar. A la ciudad que ya no es ese paraíso de tortura entrecomillada donde la flor del cardo era la más hermosa forma de comenzar a arrojar nuestra sangre sobre la arena.

El General Ni-Ni

Para zanjar cualquier polémica, y en vez de realizar mayores averiguaciones porque, para ello, hace falta tiempo y la asepsia se ve comprometida, el General Ni-Ni, al mando del ejército Ni-Ni, ninisea y determina la ruta del proceso Ni-Ni, garante de cualquier sistema Ni-niísta. Pero no seamos tan severos con él. Ha intentado ser comprensivo pero una fuerza oculta y secreta le hace rebelarse contra algún acontecimiento . Ha sido correcto, ha sido educado, pero le ha indicado al presunto malhechor, en repetidas ocasiones, la respetuosa puerta de salida. ¿A partir de qué argumento ha de volver por el camino que vino el presunto prófugo y huidizo caminante? El General Ni-Ni ha decretado en términos de su cargo y distinción sin ambages el destino del exilio para el ínclito subversivo. Y todo por no tener la voluntad de escuchar ni de ser escuchado. Ya ve usted, caballero, ya ve usted, señora, ¡cómo está el mundo y ha estado desde que la creación i

Un bello berlinés

[Hay versos que nacen de la más pura ironía] La noche es amplia y la realidad mueve sus hilos . De repente, me encuentro con un bello berlinés con el que intercambiar unas palabras del poco alemán que sé. Su conversación es larga y hablamos de países, de hermosas ciudades, como Firenze, Berlín y Roma, de la música, de la ópera, de la literatura alemana que conozco: A Goethe, con su Faustus vendiendo su alma a Lucifer, a Thomas Mann con su Der Tod in Venedig, y suena presuntuoso compararnos con tales personajes... Peer, que es su nombre, no es Aschenbach ni yo soy Tadzio, una suerte de efebo al que admirar mientras la enfermedad cala profunda en la sangre al igual que el vino antíguo se escancia sobre la efímera jarra que irá a traspasar los vasos y las copas futuras. Madrid no es Venecia pero es un monumental desierto, y unas palabras amables me traen nostalgias. Él me trae promesas de templos egipcios y jardines de palacios reales. Ya sé... Peer c

Afirmación de amor

Cuando me doy cuenta de que no estás en mi vida, la primera tentación que tengo es la de lamentarme pero luego me canto esa gran verdad de que, en efecto, du bist nicht. Continúando con ese proceso, la siguiente cosa es hacer a tu imagen descender de los altares paganos donde está colocada y compararte con otras mujeres, pero ésto está feo, no es propio de alguien que no se dedica a hacer inventario de personas. Pero esos, tus gestos amables, que antes me encandilaban, hoy cambiaron y se transformaron en gestos mecanizados de ingeniería alemana, que me dejan frío como un viento gélido de diciembre. ¿Retornarás algún día del país de las nieves donde habitas o es una falsa esperanza que albergo, y que me repito tras cada primavera? Afirmación de amor. Sí, pero... ¿Se puede amar a la más profunda nada?

El padre de Esteban

El padre de Esteban se llama Esteban por su abuelo Esteban, que ya quiere decirle que le viene de familia, vamos. ¿Quién sabe si de mayor también tendrá que ser abogado? No se conocen los antecedentes en la aristocracia del fútbol pero en cada entrenamiento y en cada partido le recuerda la jugada mal hecha, el balón al que debió llegar, el pase que no vió. El pequeño pescador de gloria de ocho años de edad, se tiene que subir a la chepa de los compañeros para conseguir el certificado de la aprobación de su padre. No juega para ser feliz. Juega para ser aplaudido. Su padre lo mira de reojo recordando que quizás se quedó a un paso de la gloria o tal vez la rozó con los dedos en un pasado lejano ahora. Por su bien, su hijo tiene que conocer con celo todas sus disposiciones tácticas sobre el tapiz de sus equívocos evidentes. Ni una palabra de amor, ni una sonrisa...

Días de hielo y escarcha

Días de hielo y escarcha en el suelo. Madrid rectilínea y geométrica. Descampados y grandes oficinas. Veinteañeros que fuman cigarrillos americanos con aire neoyorquino y despreocupado. Nadie conoce a nadie pero, sin embargo, todos y todas actúan en un negocio que parecen conocer bien, maestros y maestras de la pose y de la mentira, de la venta de humo al por mayor, conscientes de su posición de privilegio en la madre patria. Representando este papel de advenedizos a un trono de aire, van estos aspirantes a príncipes y princesas de la tecnología, desprovistos de la más mínima ética profesional. Si Nureyev hubiera sido español, le habrían criticado por no apoyar firmemente a la fortaleza del sistema, y habrían interpretado su grito de libertad tras los gendarmes franceses como un patético acto propio de alguien de su orientación sexual. Días de hielo y escarcha en barrios nuevos de arquitectura impersonal. Nuestras palabras tienen su correspondiente códig

Un hilo invisible

A todos y todas los y las que amo pero están lejos  Aunque tú no me veas  ni yo a tí  entre ambos existe un hilo invisible  que es capaz de construir  una incalculable ilusión  más allá de las fronteras  que delimitan o amparan  nuestros pequeños y a veces  maltrechos territorios.  Pero la distancia física  nunca fue un impedimento para  las almas  que estaban destinadas  a fundirse  en un abrazo rotundo. Más rotundo que un amanecer  sin dudas. Porque sabemos  que nuestro amor  no es un asunto del azar  ni cambia en función  del clima ni de las condiciones atmosféricas . No depende de la marea alta, ni de la gravedad de la luna.   Nuestro amor es el cemento  que fabrica  la casa  sobre la ruína, que hace florecer  rosas  en medio de un campo helado de invierno. 

La libertad vencerá

Aunque el pasado es una isla adocenada transida de luz, el presente se abre como una puerta en la que la luz es un racimo de esperanza. La libertad vencerá y la verdad nos traerá la paz y la calma necesarias para construir la belleza en cada instante, como hacemos en este momento.

No nos entierren antes de tiempo

yo vuelvo por mis alas dejadme volver Federico Garcia Lorca No nos entierren antes de tiempo, ni den por hechos consumados las pesquisas que les llevan a los preparativos de un velorio. Hay un mundo que agoniza, mientras otro está germinando y, en nuestros corazones, somos el presente y el porvenir, la savia que circula por el tallo de la flor nueva. Por ello no nos traigan dalias, margaritas ni rosas de otoño. Ni musiten ni susurren un pésame anticipado. No se santigüen frente al ataúd de soslayo, no digan un "qué buenos eran". La muerte un día vendrá con su ejército de redención a poner punto y final pero hoy no es el día. Entonces desdeciremos el halago fácil, la palabra útil, el sol que, de perfil, no nos ilumina. Sabremos decir adelante.

Pluralidad y procesos participativos

La palabra participación está de moda. Participar, unirse, juntar fuerzas, formar un grupo para construir proyectos y que todo avance sin demasiados sobresaltos ni demasiadas voces disonantes. No es fácil. Sabemos que no lo es pero las organizaciones tienden a convertirse en pequeños reinos de Taifas donde existe un conjunto de personas que hacen de élite dirigente en pos de la eficacia, y del pragmatismo de la cuestión productiva. Politburos que censuran y filtran, que se guardan el derecho a veto y no hablamos de una teoría conspiratoria. Invitados al banquete de lo público, donde unas siglas pueden convertirse en el salto a la fama, que en un inicio fue sin ánimo de lucro, ambiciosos y ambiciosas personajes que quieran hacer de la política vecinal un espacio donde progresar como seres sociales. Sé que son simples grupos de influencia, de lobbys que actúan siguiendo la línea de un partido político o estructura de poder que los financia, o por cuenta propia para dibujar un cuadro con

Si existe el amor entre dos

Si existe el amor entre dos No hay mayor fuerza en el mundo No hay un ente superior que pueda quebrarlo No hay argumento que pueda debilitarlo No existe un mensajero o un escudero De alguien agraviado que pueda ponerle freno No hay cirujano de una tribu que lo extirpe como tumor maligno Si existe el amor entre dos No hay plan magistral que lo evite No hay acusación policial No hay deuda que retrase este acontecimiento No hay contrato que no se torne en papel mojado No hay anillo que sobre en un dedo Si existe el amor entre dos ... No hay ciudad que no nos recuerde aunque sólo sea de soslayo El verso que invoca a la existencia del amor entre dos El verso que pronuncia un nombre El verso que olvida un nombre que nos hiere El verso que olvida un nombre que implica silente indiferencia El verso que al olvidar no olvida

Cuando veo a mis hijos llorar

Cuando veo a mis hijos llorar recuerdo el niño que yo era, y el niño que lloraba sin que a veces nadie lo viera. Sin consuelo. Sin nadie alrededor. Entonces es un triple llanto: Lloro por ella, lloro él y por el niño que yo era. Cuando a veces es un llanto inconcluso, me rebelo contra la razón secundaria que se solapa con la razón principal: La ausencia de mi padre no es mi presencia de ahora, y me afano y me dedico a la tarea de criar a mis dos tesoros aunque caigan chaparrones. Lo sé. A veces soy un padre impaciente. Y me rebelo contra la razón secundaria, que se solapa con la razón principal.

Jonás, el emperador en el patio.

Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello. El niño yuntero, Miguel Hernández  Es un clásico.  Niños y niñas como Jonás existen en todas las escuelas.  Nacen de la carencia,  son carne de cañón,  la ciudad los utiliza  como mulas de carga y en sus casas  son tratados  con el poco amor  que el hierro cotidiano está dispuesto a dar.  Cuando llegan a la escuela, con la autoestima  por los suelos, reclutan un ejército  de pérfidos seguidores  que esperan ganar  el trono del emperador.  Porque ya se establece la jerarquía  y, como es el niño que trae la pelota, él dispone las reglas del juego, inventa reglas nuevas  para rendir culto  a su maltrecho ego.  Tarjetas amarillas, pasos para que le dejen avanzar, patadas sin sanción,  tiros desde el centro de la pista  totalmente arbitrarios, y todos obedecen a regañadientes  a su lógica de andar por casa.  Han asumido o no, porque existe el m

Ella se protege, ella se defiende

Ella se protege de un amor que la ha defraudado. Ella no es mala, simplemente está herida y se defiende ante el hombre frío y despiadado que la ha engañado. Por eso, le acota su espacio, por eso, no le deja hablar cuando él necesita expresarse, por eso, quisiera no verlo más pero tiene que mantener por los hijos en común una relación saludable con él. ¿Quién pudiera abrazar su dolor y abrigar su alma?

Y que la tarde decida

Ven a pasear conmigo por estas calles sucias y deterioradas, mancilladas por el paso del tiempo y la decrepitud de una civilización que agoniza tras el umbral del nuevo siglo. Y que la tarde decida, y que la realidad se imponga, como un orador u oradora que convenciera sin utilizar algún altar improvisado. Escribiremos juntos la historia y nadie será más que nadie, y no habrá papel protagonista ni secundario, aunque siempre me fascinaron esos personajes transversales y que parecieran marginados, en las novelas de Marsé, de Vázquez Montalbán, en las crónicas de Muñoz Molina sobre el robinson urbano. Porque no hay más gloria, que resistir el paso del tiempo, con cabeza alta, y el gesto estoico. Porque no hay más tristeza que ser avasallado por ejércitos de estúpidos que creen que no han de ser contestados. Y entonces... ¿Qué haremos? Confrontar con el mejor de los argumentos. Dibujaremos la tarde sobre el lienzo del presente, y revisaremos el