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Mostrando entradas de septiembre, 2017

Querida ausente (CXCVII)

Querida ausente: En el vagón de la tarde, viajo y recuerdo que sólo ha de pasar lo que ocurre en este momento. Por eso de poco o de nada vale hablar sobre tu ausencia, pues ésta es transitoria o permanente y sobre ella no puedo hacer nada. Quien tiene magia no debe andar con trucos. Por ello, dejemos que la vida nos sorprenda y nos traiga el libretto improvisado del instante. Adiós mecanismo recurrente, Hola novedad sorprendente.

Nada que demostrar

Nada que demostrar Es más Hay que llenarse de amor a uno mismo para entregar el amor a los demás Los problemas proyectados son problemas con uno mismo y debemos reordenar ideas restituir el orden adyacente y construir un pseudoequilibrio que nos permita avanzar. Nada que demostrar y sobretodo ... ¿Para qué pelear? Hay que comenzar a vivir y adorar el viaje

Carlos rebate y no me parece mal

Carlos rebate y no me parece mal Porque nada es definitivo Todo es accesorio Todo es opcional ¿Qué sería de un argumento si sobre él no podemos trabajar? ¿Qué sería de un libro si no podemos releerlo con el bagaje de una experiencia posterior? ¿Qué sería de un axioma si no lo podemos derribar? ¿Qué sería de una sociedad si no pudiéramos afrontar la cuestión que desdice a la falseada realidad? ¿Qué sería de un verso si no se pudiera modificar? ¿Qué sería de una conducta si no se pudiera arreglar? ¿Qué sería del odio si no lo pudiéramos destruirlo con amor? ¿Qué sería de un juego si no pudiéramos agregar más amigos?

Eine Pause machen

Ich werde eine Pause machen Die Uhr ist gehängt an der Mauer Der Weg hat nicht beendet Deine Augen bringen mir die Freude Kein Angst Keine Sorge Der Frieden Der Krieg ist geschlossen als ein Tür mit viele Schlüssel Wirst du nach mich am Morgen kommen? Du weisst meine Liebe Ich werde eine Pause machen

Falsas promesas de amor

No son pocas las gentes que se sienten heridas y descontentas tras haber sido obsequiadas con falsas promesas de amor y, claro, es algo natural en su concepto pues toda ilusión erótica que se construye tras un gesto, una mirada o una caricia o una serie de palabras bien hilvanadas por el aprendiz de estratega que como primera impresión de un conjunto de impresiones nos hacen renacer y no terminan por concluir en una serie de ensoñaciones creadas y expectativas generadas . Aunque las falsas promesas de amor pueden ser el comienzo de un sentimiento elaborado. El affaire puede derivar en romance, el romance nos puede llevar a la construcción del amor puro y sin ambages. Tras la solidez de un verso descansa la incertidumbre de un deseo. ¿Rescatarás la sílaba última de un beso? No contestes todavía y por supuesto no huyas aún, quédate a la siguiente estrofa. El mensaje vacío lo es en tanto nosotros y nosotras lo interpretemos de esta mane

Los y las poetas escriben canciones de amor

En la noche los y las poetas escriben canciones de amor tras los umbrales de un bar en el que las jarras de vino se sirven con la velocidad de un rayo caído por un dios incompleto e intrasigente. Entonces la alegría es tan simple como las risas, las conversaciones, el canto operativo de un comando que se resistiera a condenar el irrevocable paso del tiempo. Hay gentes que pendulean como relojes distraídos, y heridos de muerte que se acogen al monólogo del resplandeciente líquido. ¿Por qué los y las poetas no escriben sobre un tema distinto? Será porque el amor abarca todo, desde la infancia, la adolescencia, la edad adulta, la Historia Universal de este mundo, la Guerra, la desidia y el inolvidable olvido.

Madame Bovary

Madame Bovary, je ne suis pas un docteur mais je vous envoi mon coeur dans la lontaine distance du la bonheur J'aime la matin J'aime les fleurs qui habitant dans le malade jardin qui sont l'oiseaux crystalines sous le ciel d'autumn. Nous allerons Nous aimerons Nous, et aprés la nuit tout est clair tout est ouvert, il y a une lumiere sans doute Viens avec moi à cette île du soleil tardif et vous, l'amour inconstant, ne me quittez pas plus.

Querida ausente (CXCVI)

Querida ausente: Llamarte por teléfono no es posible Hablar contigo no es posible No existe un puente de comunicación entre los dos Pero ésto no es un problema Porque quizás queda todavía un vínculo al que regresar una isla un páramo un jardín de los dos donde no haya interrupciones y una rosa sea una rosa y una caricia contra tu mano sea una afrenta incontestable de amor.

Querida ausente (CXCV)

Querida ausente: ¿Te espero? ¿No te espero? En tu astucia, pareces haber reconvertido la historia y ya tienes una versión oficial que te satisface y que no corroe tu conciencia. Pero permíteme que agregue palabras tiernas a la ya per se construcción de la ternura y el afecto en los comunicados oficiales. En la línea difamatoria que un hombre herido esbozó jugaste una posición ambígua y no llegaste a desmentir totalmente sus postulados. Más bien, podríamos decir que te situaste en una posición equidistante y esperaste a que todo pasara, como una lluvia constante tiende a su fin, en días de otoño en los que las calles atestadas de coches y gente, parecen no seguir el discurso habituado de un verbo mecánico y obsoleto. Concuerdo contigo en lo siguiente: Cuando después de un año y medio, finalmente esbozaste una despedida tímida en un parque, yo ya estaba lo suficientemente embarcado en una travesía como para volver a puerto. Aquéllo no se

Mi nombre es Bienvenido Poza Latorre

Mi nombre es Bienvenido Poza Latorre, parado de larga duración, casi los 50 años, residente en Madrid con estudios en la universidad en el área de Filosofía y Letras, sección de Filología Románica. Con conocimientos de mecanografía, he trabajado como documentalista en bibliotecas, como profesor ayudante en institutos y como contador de historias ambulante en pueblos, ciudades. He sido mozo de almacén, botones de gran hotel, y recepcionista en la oficina de un dentista. Guardacoches, vendedor de romero en la puerta de la Almudena, titiritero y trapecista en el circo de mi barrio. Les llamo por la oferta que tienen de empleo, y tengo mucho gusto en saludarlos, verán que no les pido gran cosa y tan sólo es que quiero trabajar. Me paso las tardes en el locutorio cercano a mi casa a la que le han cortado la luz y el agua por impago. El casero me pide tres meses atrasados y ya no doy a basto desde el punto de vista anímico y moral. He llegado a tal punto de desesperación que sería capaz de

Querida ausente (CXCIII)

Terminé el poema nº 194 antes que el nº193 y es una casualidad que éste último sea un número primo y el otro no lo sea. Los números primos son como islas en un mar en los que son únicos, distintos y cada uno de los cuales tiene una personalidad propia. Cuando Paolo Giordano escribió sobre la soledad de los números primos completó un hermoso y brillante retrato de la existencia humana. Los números que habitan las ciudades, a veces están aislados como los números primos, y cada existencia es única, indistinta, y la desolación que acarrea la soledad se parece a la naturaleza de las islas en un mar de números naturales. Sí. Querida ausente, tu ausencia es propia de la condición de número indivisible porque eres única como yo también soy único y todo ser humano es único. ¿Seremos solidarios en nuestra certeza de ser únicos? Creo que sí, porque además de ser números tenemos corazón.

Querida ausente (CXCIV): El segundo Waltz

¿Para qué esperar a un segundo Waltz si cada día podemos bailar el primero? Vestidos con trajes de época o desvestidos de la más absoluta convención, nuestros cuerpos libres y desnudos de tanta moral y tanta retórica celebran el primer Waltz que cada día renueva nuestra piel, con la luz de la tarde o de la mañana, y que nos traslada la oración subordinada de su diáfana presencia. Nos reímos, ¿recuerdas aquella risa tuya de aquella vez que casi dijimos "lo hemos conseguido"? ¡Qué breve se me hizo aquel momento, cuánto control había en tus movimientos estudiados milimétricos y dirigidos hasta a la hora de servirte el café que, por supuesto, no te lo serviste a la misma vez que yo! En ese desfase de la onda, tu café iba con un retraso respecto al mío. Pero nos sabíamos juntos, y también sabíamos que el marcapáginas debería anunciar el tiempo de la ausencia de los dos.

Querida ausente (CXCII)

Querida ausente: Hay que posicionarse contra el olvido, contra el ostracismo, contra la desidia, contra la apatía, contra la desgana, contra la persecución, contra el acoso, contra la maldad, contra el egoísmo, contra la vanidad, contra el orgullo, contra los espíritus narcisistas creadores de infinitos problemas, la autocomplacencia, y a favor de la vida, de la libertad, el amor, el deseo, la satisfacción compartida, el bien común, la alegría de todos y todas . Hasta que no lo consigamos, todo lo que hagamos será un tránsito hacia estado del alma en el que sentirnos curados de casi todos los males que aquejan a la humanidad canibal y seamos capaces de sembrar ese antídoto que se llama el  unendliche Wohlgemutheit desde el cual dejar atrás el palacio de la tristeza, la morada de la agonía.

Querida ausente (CXCI)

Si tu sais que je t'aime et tu ne fais pas rien De un escritor anónimo bien conocido. Si tu sais que je t'aime et tu ne fais pas rien ... Quizás tendría que definir que considero rien -- nada Porque es probable que tú desmientas esta afirmación Y digas que es más que nada, que es algo Que me defendiste ante el sanedrín De serios cargos Que no supe ver El sacrificio que hacías Por tí, por mí, por todos y todas Que este pataleo es más propio de un niño y Es injusto Que no sé esperar Que todo este asunto me parece urgente Que he de aprender a valorar tu ausencia para entender tu presencia Que este desierto pedagógico Me ha hecho un poco más grande de espíritu Si tu sais que je t'aime Y me dejas fuera sistemáticamente De todos tus ámbitos Mientras hago que no me desespero Si tu sais que je t'aime Y ni haces un solo gesto Cuando Anuncio un acto de reciprocidad Al que no quiero acudir Porque no se me da bien Pagar con la misma moneda

Minimalismo

El éxito es mal maestro porque seduce y mal acostumbra contándonos que no se puede fracasar. El fracaso es el desenlace de una serie de acontecimientos, un conjunto de hábitos y no debe ser tomado a la tremenda, sino como una etapa del camino más. Puede ser el primer paso para aprender lo que nos hace falta aprender y seguir intentando. Puede ser una manera de volver a empezar de nuevo con energía y haciendo un culto al minimalismo: Viajando con poco equipaje Relativizando absolutamente todo Cultivando el buen humor No dejando atrás una sonrisa Aceptando el hecho de que hay gente que no nos quiere Que la vida está hecha de grandes momentos Que cada uno es de sí mismo El mejor amigo Simplificando procesos Cerrando heridas ¿Por qué esperar que nos devuelvan amor si nuestra misión no es suicida ni está terminada?

Querida ausente (CXC)

Querida ausente : En la noche en la ciudad todo es posible hasta pensar en tu amor no correspondido del que apenas guardo rencor. El veneno se ha extinguido tras la búsqueda de otros placeres terrenales. En estas cartas de amor, epístolas pasajeras, revive el sentimiento hacia tí, puro y verdadero, mas la pureza y la verdad no deben ser de por sí exhibidas como bandera invencible. Como emerge una flor de loto en un estanque desde el fondo frente al lodo.

Querida ausente (CLXXXIX) : En tu prueba de lealtad constatable

Querida ausente: En tu prueba de lealtad constatable,  había lealtades paralelas a dos figuras  a mí cercanas, a mí ajenas, y escasa lealtad a los principios  que acompañaban la empresa  en la que se alojaba nuestro... ¿incipiente amor? Dime si soy injusto... pues puede ser que juzgue en exceso  esos movimientos laterales tuyos  sin contar conmigo para nada  y en los que me atrevería  a decir  en que calladamente me la jugabas. ¿Era ésa la misión redentora  constructora de futuro que traería en un tiempo  el liberador amor?  ¿En tus actos  calculaste, calculas, el posterior daño, la herida subsiguiente? Ya sé que mis movimientos  no son inocuos. Mas uno se obstina en la elaboración  de una canción  a partir de la nada  y es escaso el eco  que tu voz devuelve a través  del vínculo que, en un inicio, nos envolvía y que... ¿todavía nos envuelve?  Déjame que camine con una duda  y que renueve  este voto profano  que

En Madrid en los primeros días de Septiembre

En Madrid en los primeros días de Septiembre, el otoño se anticipa y se convierte en anfitrión de mañanas nubladas y hojas secas sobre la acera, manifiesto del ocre y amarillento tiempo que, de improviso, se nos presenta cerrando el capítulo del estío. Es entonces cuando uno vuelve a las tiendas de materiales para la escuela y recuerda su infancia: coleccionando carpetas, libretas, lápices y rotuladores, revisando las líneas de 3,5 mm o de 2,5 mm bajo la atenta mirada de próceres equidistantes, que nada o poco aportan en el sistema de embalaje, cobro y empaquetado. La vida se convierte en una convención animosa, en la tierna caricia y en la dulce mirada de una hija agradecida por este tiempo para los dos, en el que compartimos no sólo la tarea sino la confidencia y la palabra sincera. En la siguiente estación, los juguetes y los juegos nos esperan pero en esta historia no hay casas de muñecas de Ibsen. Tras la despedida, el abrazo que no falta, la prom

Ella era todos

Ella era todos, Lideresa entre las sombras clandestinas, De un banco, de un parque, Y decía Todos se van Pero ella era todos Y los que quedábamos no éramos todos Pues todos eran los que la aclamaban En su pose de diva clásica De postura ascética Y verbo corrosivo Como su lengua inoperante Dime si no pertenezco Me da igual Porque aunque no puedo hacer Frente a la cultura dominante Sí puedo dejar de creer En esta religión de Masas La ley del Talión... El Mosad al servicio de la Mujer sin Miedo No ha de tener miedo la Mujer sin Miedo Si lo que ha de decir conlleva El lanzamiento de piedras que apenas alcanza A la oveja negra que se resiste Y los tanques israelíes anuncian retaguardia Femme fatale Entre sus virtudes No estaba El discreto encanto de la burguesía

Cuestiones lunares

Hablar de la Luna es casi hacer ciencia sobre un verso y despojarse de cualquier evidencia científica que derive en la construcción detallada de un atlas preciso o en la enumeración de los datos que rodean a este satélite terráqueo. Porque al que la contempla, al que la admira a deshoras, la gente lo puede clasificar como un loco, o como un indivíduo insano, pero quizás se trata de un/una poeta, y entonces todo quede explicado tras las frases que anteceden a la génesis de una estrofa, o a la descripción detallada de la luz iridiscente que de ella emana. Por ello, y por todos los símiles aceptados como válidos, el que escribe, la que escribe, se detiene en las cuestiones lunares y el vendaval tiene forma de palabra y surge siendo poesía.

Amnistías

Cada amnistía tiene su naturaleza, sus circunstancias, sus dimensiones objetivas y sus subjetivas, sus percepciones, sus juicios a priori y a posteriori, sus verdades y sus mentiras, conlleva el fracaso de la oficialidad, la ruína de los hombres y de las mujeres. En la amnistía de una madre superiora, estaba el estado de ánimo de gentes que la admiraban y al mismo tiempo que la temían, porque se sabían al igual que ella puros mortales. Nuestra protagonista era capaz de tener un nivel de trabajo enorme, facilitar la vida de los demás, y sentar a la mesa a diario con cubierto y mantel, en la metáfora cotidiana a todo y toda aquél o aquélla que se lo pidiera en pleno ejercicio rítmico de métrica no demasiado pulida y bajo el axioma todo lo que venga detrás de ella será la catástrofe y el fin de la anestesia colectiva. En la amnistía de un campesino burgalés, estaba el culto a su supuesta bondad, la amnesia de los que con él eran solidarios y proponían

Querida ausente (CLXXXVIII)

Como el viento de poniente  Querida ausente: El viento de poniente trae olas altas en la costa del mediterráneo y los habitantes de sus pueblos se despiden de los veraneantes con el oficio acostumbrado del tendero. Los pescadores vuelven a la faena que no abandonaron y los bares de la playa cierran hasta que vuelva la marea de turistas allá por Abril cuando vuelva el buen tiempo. Tormentas de arena del desierto, paisajes de un mar de plástico propios de los invernaderos. La constante llegada de magrebíes es un hecho y se dedican a trabajar en esos centros de la esclavitud comandados por gentes del lugar. El reloj de la iglesia suena con su campana lánguida y melancólica y el cielo se vuelve de un verde macilento, el agua de un color gris de la piedra pizarra. En el monte cercano, todo es calma. Algún land-rover pasa de la guardia forestal o de la guardia civil, o una furgoneta con jornaleros que terminan el día. El sol se quema entre rayos casi

Querida ausente (CLXXXVII)

Querida ausente: De acuerdo, a veces me desespero, me siento solo y cargo con todo contra los muros de la convención, contra los muros que creo divisar, pero esos muros no son para tanto. El amor tiene que ver con las circunstancias que lo rodean, con condiciones objetivas que lo sustentan (factores que se antojan en esta fase inexistentes), con condiciones subjetivas que lo hacen no desaparecer totalmente . Si pienso en tí, a veces me pongo triste. Recuerdo todo o todos los que de tí me alejan. Pero luego viene la realidad a mostrarme que eres tú la que se aleja y los culpados dejan de ser culpables y me reconcilio con su imagen en el retrovisor de un coche que andara invisible por las calles de mi imaginación. Si pienso en tí, a veces me pongo alegre, porque sabes que soy de esa forma en que creer-creer-creer es la manera de conseguir ese momento en que invocando a la armonía de los gestos tus ojos se encuentren con mis ojos libres de rencor y

Querida ausente (CLXXXVI): In the Mood for Love

No fui invitado a la fiesta del pasado en la que creo que todavía te resguardas cuando afuera hace frío y vuelves a casa ya habiendo expiado todas las posibles culpas y habiendo solucionado todos los posibles entuertos. Dime si soy totalmente injusto... No fui invitado a la fiesta del pasado pero es que no era necesario. Nadie tenía la certidumbre de que todo va a ir bien cuando está In the mood for Love ni debe pronunciar el nombre de ciudades inglesas para pedir permiso. El amor se nos presenta sin previo aviso Liebe, ich warte hier. 

Querida ausente (CLXXXV)

“En su reflexión sobre lo cómico, Hegel dice que el verdadero humor es impensable sin el infinito buen humor, escúchalo bien, eso es lo que dice literalmente: ‘infinito buen humor’; ‘ unendliche Wohlgemutheit! ’. No la burla, no la sátira, no el sarcasmo. Solo desde lo alto del infinito buen humor puedes observar debajo de ti la eterna estupidez de los hombres, y reírte de ella”. La fiesta de la insignificancia, Kundera  Querida ausente: Ya nos distanciamos de aquel pasado que no conducía a nada . ¿Y qué podemos hacer ahora a estas alturas? Bueno, cabe esperar que la situación se invierta en su pronóstico pero me temo que éste no cambiará a no ser que hagamos algo. Para empezar podemos dedicarnos a cultivar el  unendliche Wohlgemutheit del que nos hablaba Hegel, y reirnos de las situaciones construídas, y del simulacro del amor tras las velas que encendías irónica y mordaz. ¿Cómo puedes ver que me sentía tras la burla que no comprendía? ¿Cómo puedes pretend

Contra el pasado nada se puede hacer

Contra el pasado nada se puede hacer. Por mucho que le demos vueltas a tal situación o a tal otra, no tenemos la capacidad de hacer cirugía del recuerdo. Ni siquiera restaurarlo como si fuese un cuadro antíguo o una antígua fortificación abandonada en un aldea casi desierta. Por eso conviene hacer la maleta y abandonar los viejos lugares que nos cohiben y nos relegan sin olvidar lo aprendido.

After the holiday season

En los parques, sólidos y sólidas intelectuales de izquierda parecen ampararse en el principio de la propiedad privada  para justificar su confort  en pleno ejercicio de inteligencia emocional. Y no ofende la verdad antígua  a la que la luz nueva, after the holiday season, pretende arrojar. Es hermoso el intercambio de conceptos la erudición que algunos exhiben. Gentes que clasifican e intentan herir a sabiendas, bajo el subterfugio de una militancia de amistad no aprendida. La fiesta de la insignificancia, nos dice Kundera, está servida. Barrios húmedos de León que trasladan su humedad a latitudes sur. En los parques, madres y padres de la escuela, con los que mediar palabra se hace complicado y con los que a veces sería deseable intercambiar los modestos y eficaces protocolos de cortesía sin tener que llegar a hacer noche bajo la tenue luz de las farolas en formato campamento urbano.