Definiciones


¡Qué atrevido uno ha de ser
para dar definiciones de cosas, de profesiones,
del color de las rosas!
¡Como si todo fuera tan sencillo!

Pero comencemos:

Una escritora es una artesana de palabras
y que construye con ellas historias.
Un escritor es un artesano de palabras
y que construye con ellas historias.

Un avión es un sistema mecánico que funciona por propulsión.
Un avión es un objeto que vuela
puede tener la forma de un pájaro
puede tener la apariencia de un hermoso artefacto de papel o cartón.

Una flauta es un instrumento de música.
Una flauta es un trozo de madera con orificios
en los que se pulsa con el dedo
y forman las notas musicales
como si fuera un ejército
que invadiera el aire
y cuyas melodías
fueran
un bálsamo para ciudades heridas
y olvidadas.

Un libro es un tomo encuadernado
en el que se pueden encontrar historias.
Un libro es una fábrica
de ideas, un billete a otro mundo,
menos previsible,
menos tangible.
Un libro se utiliza en ocasiones
para calzar una mesa
pero
este no es su uso más recomendable.

Lo sencillo es lo opuesto a lo complicado.
Lo complicado es lo inverso a lo fácil.

Un espejo es una superficie de vidrio o de cristal
cóncava o convexa
según dicen la mayor parte de las referencias
que no he buscado.
Un espejo le sirve a la madrastra del cuento clásico.
A Alicia cuando cruza al otro lado,
al tiempo cuando se invierte
y entonces
el espejo se transforma en
una máquina
complicada.

El amor es una sinergia
llena de afectos, reacciones químicas,
destilación de aromas,
hormonas que vuelan.

El amor es tan simple
como el pan cotidiano.
Es tan agradecido
como un beso en el cuello
en la mañana
al despertar.
Tan cálido como una taza de café
en un día de lluvia
y llueve afuera.

Una definición se define a sí misma.
El silencio no es lo contrario del ruído.
El silencio articula palabras
para describir la tristeza
que se siente,
la rabia que rebosa el vaso de las injurias.
El silencio es un arma,
una herramienta.
El silencio construye universos posibles,
destruye las pruebas que quedaron
tras el incendio.
En el silencio habitan la nostalgia,
el pulso del tiempo que no ha llegado,
el ritmo de un baile sin mucho compás,
improvisado
propio del cine mudo.

Una rueda
es un invento muy antíguo.

La tienen los vehículos
que son objetos que se mueven.

Una rueda
es un mecanismo simple
que tiene la geometría de un círculo
y muchas formas de presentarse
ante los ojos.
Las hay de todos los tamaños
y nos pueden transportar
a una playa cerca del monte
con árboles y un acantilado.
O a la siega
del trigo,
a la vendimia,
o a la recogida de la almendra.

El destino es lo difuso,
el incógnito futuro,
un cálculo de probabilidades.

El destino es un puerto conocido
al que se llega tras una larga travesía sobre el negro ponto.

A veces, recibe el nombre de llegada,
y se abre una puerta.
Siempre me gustaron los reencuentros ajenos y propios
en los aeropuertos.
El abrazo del padre a su hijo adulto
después de una estancia de cuatro años en Brighton.
El abrazo de la madre a su hijo mediano
después de venir
de su emigración argentina.

Un lápiz es un utensilio de escritura.
Se construye con madera y grafito.

Un lápiz nos lleva
a una tarde de domingo
dibujando paisajes
y aeroplanos.
Escribiendo versos
clandestinos, ocultos, manifiestos,
claros
que evitan la luz y también lo opaco.

¿Contradicción?

Sí, tal vez.
O un afán por juntar
lo visible y lo invisible.





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