Poema a la alegría

Alegría,
no has de ser convocada
para que la fiesta de la tarde
esté llena
de felicidad.

Porque todo fluye
y todo viene por sí solo.
Nada ha de ser forzado
porque ni uno ríe,
ni uno juega,
cuando es obligado.

A veces,
cuando está ausente
como las personas a las que amamos,
entonces
tampoco ha de ser convocada,
porque la fiesta de la tarde
nos ofrece el escenario
de una ciudad nueva
por descubrir.

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