Entonces volveré a mirarte

"(...) Entonces volveré a mirarte sorprendido, escuchando
como otrora
el dulce canto, las voces, los acordes del laúd,
y más allá del arroyo la azucena dorada
exhalará hacia nosotros su fragancia."

La despedida, Hölderlin

Entonces volveré a mirarte, 
y continuaré ese ejercicio tranquilo
y pausado 
deshojando los pétalos de la tarde.

El silencio nos envolverá 
con su manto de ternura 
y seremos libres para callar,
como ya lo somos, 
todo lo que no se puede expresar,
con palabras. 

Hay gorriones que aguardan 
en la rama de un sauce. 

Hay un viento que es ajeno. 

Hay calles solitarias 
que presentan la crónica 
de ciudades
deshabitadas.

Entonces volveré a mirarte
con el destello 
en los ojos
de constelaciones 
en la noche de verano. 





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