No soy quien para juzgarte

Nessuno mi può giudicare , Caterina Caselli


No soy quien para juzgarte,
ni para decirte qué hacer,
faltaría más.


Eres libre como el viento
que sopla
en mañanas cálidas
de verano
y mueve las rosas
blancas del rosal del estío
y no pretendo
confrontar
tu independencia.


Por extensión,
nadie es quien para juzgarte,
porque sólo tú sabes cómo te has sentido,
porque tú eres la dueña de tu alma,
tuyo el presente, el pasado y el futuro.


No soy quien para juzgarte,
y si alguna vez lo hice secretamente,
quizás fuera pura frustración
o impotencia,
o por no tener lo que deseaba
con tanta firmeza.


Probaré por dedicarme
por completo
a alabarte
en todas las formas
en que te pienso.

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