Llorar un río

Es normal llorar un río
cuando ves a tu hija, cuando ves a tu hijo
en una pantalla de ordenador
a miles de kilómetros de distancia
y no puedes abrazarlos
ni acariciarlos.

La vida sin ellos es muy dura,
y esta soledad
sin su risa,
sin su voz,
es como una larga condena
que pesa como una losa de mármol.

Pero hay que sacar lo positivo.
Espero que ellos se queden
con el respeto
que procuro darle a su Madre
y con el amor entregado.

Llorar un río, es algo habitual
Podría llorar hasta un océano
y lo nadaría para juntarme con ellos
aunque muriera en el intento.

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