Querida ausente (CLXXXIV)

Querida ausente:

Uno puede comprender
el absurdo y la luz que proponen
un análisis a posteriori,
sobretodo
cuando
se trata de paternidades y maternidades.

Pero quizás no sea tanto el absurdo
ni tanta la luz
en el instante en el que quiera comprender
lo entenderá fácilmente,
y el que no lo quiera entender
malinterpretará y manipulará
para darle la vuelta a la versión
de los acontecimientos.

Hablemos entonces de celos proyectados,
del fuego y su lógica inexacta,
de los mecanismos para su extinción,
y de la pasión que invoca a la pasión
haciéndola manifiesta
e irrevocable hacia la Mujer
que hace que el volcán
parezca inextinguible.

En la colisión de Mundos
no debería salvarse uno
y desaparecer otro:

Deberían coexistir
a una módica distancia
y no fracturarse totalmente.

Y no confundir
el asunto de la paternidad o de la maternidad
con el amor entre dos personas adultas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La isla secreta

Cuando amaine la marea

Un cuento serbio en verso (la oscura moral del antihéroe)